Enterrado en el barro: cuando perseguir un doctorado se siente como mantener un auto viejo

Wikipedia habla del aumento del compromiso como un comportamiento irracional en el que una persona o grupo continúa con una ruta de acción basándose en el esfuerzo ya realizado, o en lo ya invertido y sin considerar que los costos futuros son desventajosos.

El ejemplo típico es la persona que posee un auto viejo, que falla más veces de las que sirve. Después de invertir una buena cantidad en reparaciones es posible que a la siguiente falla queramos volver a invertir en reparaciones, pues ya gastamos. Además, quizás esta vez el carro viejo sí aguante.

En mi muy personal experiencia, el doctorado toma la forma del auto viejo. Las inversiones incrementan con el tiempo. Algunas de las más grandes son el compromiso que adquirí con la agencia financiadora, el esfuerzo que he exigido de mi familia, una visa desventajosa que me impedirá buscar un empleo en el mismo país donde estudia y el sudor y lágrimas que me ha costado avanzar para aprobar exámenes, volverme candidato, y publicar literatura revisada por pares.

Siempre está la posibilidad de vender el auto viejo o llevarlo a la trituradora. Pero... ¿y si con esta siguiente inversión ahora sí vale la pena?